Deportista
El éxito llega con la perseverancia
El deporte siempre ha formado parte de mi vida y, sin duda, ha sido uno de los leitmotiv de la misma.
Mis inicios deportivos: la natación
En la escuela Costa i Llobera descubrí mi pasión por la natación y, desde 1964 hasta 1976, fui nadador de competición. Formé parte del Club Natació Barcelona, participando en campeonatos de España, escolares, universitarios y absolutos, llegando a formar parte varias veces de la selección nacional española. Además, estuve becado durante 3 años en la Residencia Joaquín Blume de Barcelona.
Esta experiencia como ex nadador de fondo de alta competición me hizo comprobar que el éxito no llega solo. La perseverancia, el esfuerzo y la confianza en el equipo son imprescindibles para conseguir lo que se quiere en la vida.
Siempre culé
El día que inauguraron el Camp Nou, el 24 de septiembre de 1957, vi mi primer partido de fútbol en vivo y directo; tenía 4 años. Siendo niño, siempre que podíamos íbamos con mi padre y mi abuelo a ver jugar al Barça.
El Barça se convirtió en el club de mi vida y con 17 me hice socio. A partir de aquel momento empezó una vinculación con el club que aún perdura. Fui directivo del F. C. Barcelona durante la presidencia de Josep Lluis Núñez y después Vicepresidente y Portavoz, en la etapa de Joan Gaspart, entre el año 2000 y 2002. Junto a Joan Gaspart fichamos al niño Messi. Finalmente, en verano de 2010, volví a la entidad, esta vez junto a Sandro Rosell, como Vicepresidente Segundo de la Fundación.
Deporte alrededor del mundo
Mi vinculación con los Estados Unidos, asociada a mi trayectoria, profesional me llevaron a ocupar el cargo de Chairman del Advisory Board de la NFL en España. En el año 2003 fundé Agency Sports & Entertainment, una consultora de gestión deportiva en la que conté con socios de primer nivel pertenecientes al ámbito de la industria del deporte y de las finanzas, con el soporte legal de PwC-Landwell. Además, fui socio fundacional y miembro del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva de la fundación Sport & Cultura que agrupaba a las entidades deportivas y culturales más importantes de Barcelona.
A nivel olímpico, he sido portador de la antorcha en varias ocasiones, en los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92, Atenas ’04 y Pekín ’08. También fui uno de los Embajadores de la Candidatura de Madrid de 2012 y 2016, junto a Mercedes Coghen.
También soy miembro de la Fundación Laureus en España; entidad que trabaja para la integración de personas en riesgo de exclusión a través del deporte, y de la cual fui Presidente desde 2012 hasta 2020, cuando tomé el relevó de Juan Antonio Samaranch Salisachs, actual miembro y Vicepresidente del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI). Actualmente, soy el Presidente del consejo asesor.
Afortunado de haber compartido mi vida
con tres grandes deportistas y personas
Johan Cruyff, un amigo y maestro
Cruyff fue mi ídolo; de hecho, cuando era adolescente, quería ser él. El destino de la vida, permitió que le conociera y me dio el honor de poder disfrutar de su amistad. De Johan no solo aprendí de fútbol y deporte, aprendí de todo, especialmente de la vida. Jamás he conocido a nadie con un sentido común tan increíble. Cualquier problema o circunstancia era afrontado o resuelto por él de una forma increíble, sencilla y práctica.
Todo lo que él aplicaba al fútbol, también lo hacía en su vida diaria.
Al final de su vida creó el Johan Cruyff Institute y, a petición suya, conseguí que lo acreditaran como centro oficial bajo el paraguas de la Universitat Autònoma de Barcelona, donde presidí su Consejo Social.
Messi, el mejor de la historia
Tuve la suerte de conocer a Leo y verle jugar siendo un niño, estando yo como Vicepresidente en la Junta Directiva del FC Barcelona cuando lo fichamos. Solo tenía 12 años y medio. Aparte de toda la historia que ya se conoce de su fichaje, con anécdotas que algunas son leyendas urbanas, lo que sí puedo afirmar es que exactamente el mismo problema que tenía Leo con su déficit de hormona de crecimiento, también lo tenía nuestra hija Paola, un año menor. En mi primer libro escrito en 2004 titulado “Aprender de los mejores”, editado por Planeta y con un precioso prólogo del entonces presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, mentor y amigo, afirmé que Leo sería el mejor jugador del mundo. Lo primero fue un acicate para Paola en su proceso de curación y lo segundo un acierto y un orgullo, aunque me equivoqué por poco, pues Leo ha sido “el mejor de la historia”. Esto nos acercó mucho y desde entonces la relación entre las dos familias ha sido y es excelente. Los “Masfu” nos sentimos “Messistas” a tope y siempre que hemos podido ayudarles ahí hemos estado, y viceversa. De hecho Jorge, el padre de Leo, escribió el prólogo de mi tercer libro “Aprender a ser abuelo” en 2012. Lo mejor de Leo es su humildad, su amor por su familia y su solidaridad con los que lo necesitan, y a la vez su liderazgo real y sin alardes. Siempre estaremos a su lado.
Guardiola, un genio y un sabio del fútbol
A Pep le conocí y le vi debutar con Johan Cruyff de entrenador. En aquel entonces yo estaba en la Junta Directiva del presidente Núñez. Pep venía de “la Masia” y era la antítesis del fútbol que se practicaba entonces: era un jugador delgaducho, muy técnico y táctico, que jugaba con la cabeza levantada. Perfecto para el proyecto de Johan, y era de casa. Con los años, con Pep establecimos una relación estrecha, no solo deportiva, también con Cris, su esposa. Escribió el prólogo de mi cuarto libro titulado “Persigue tus sueños” (EDEBÉ). Además de ser un genio y un sabio del fútbol, es una persona con unos valores muy destacados, una personalidad muy fuerte y unos principios muy claros. Con Pep he hallado un amigo que siempre está en los momentos difíciles y, tanto él como su fiel escudero y gran amigo, Manel Estiarte, siempre en la sombra y un hermano para mí, siempre caminaremos juntos, donde sea y como sea.